Este mes queremos comenzar nuestra preparación para la Asamblea General que se celebrará el próximo mes de octubre.

Las mujeres de la UMOFC están deseosas de avanzar hacia Dakar para celebrar juntas nuestra Asamblea General. Mujeres de la UMOFC: portadoras de "agua viva".

El agua acompaña siempre los milagros que Jesús realiza en presencia de María, su Madre. María, que lo acompaña siempre, al inicio visitando a su prima Isabel y al final siguiendo a Jesús a Jerusalén, es nuestro mejor ejemplo como portadora de agua viva.

El agua es un elemento esencial para la vida y la necesitamos a diario. El "agua viva" también es necesaria cada día en nuestra vida personal y comunitaria. Ser portadoras de agua viva para nosotras es la consecuencia lógica de nuestro encuentro con Jesús y la familia de Nazaret, donde Jesús experimentó la familia humana, el amor humano y el trabajo. Para una laica cristiana nada es más normal que la familia y el trabajo. Y es justamente en estos lugares donde somos llamadas a la santidad - como dice Lumen Gentium. La familia es el primer lugar donde vivimos el amor. El trabajo nos recuerda desgraciadamente la explotación, el conflicto, la angustia en vez del amor. La palabra "amor", sin embargo, es comúnmente usada y a menudo mal utilizada (AL 89). Para evitar este malentendido, en Amoris Laetitia el Papa indica algunas características del amor que pueden aplicarse a toda condición de vida.

La primera característica es la paciencia, que no significa resignación sino capacidad para controlar nuestra ira. Teniendo en cuenta los conflictos, las guerras, los contrastes y los desórdenes en todo el mundo, es esencial reflexionar y poner en acción la paciencia para contribuir a llevar "agua viva" a este mundo sediento de paz.

Pidamos a la beata Francisca Cualladó Baixauli, virgen y mártir, que mejore nuestra capacidad de ser pacientes.

Testimonio: Francisca Cualladó Baixauli, Beata

Virgen y Mártir, 19 de septiembre 

Martirologio Romano: En Benifaió, en la provincia de Valencia, en España, beata Francisca Cualladó Baixauli, virgen y mártir, derramó su sangre por su fe en Cristo en la   persecución religiosa. († 1936).

Breve Biografía: Nació el 3 de diciembre de 1890 en el Molino de San Isidro, en el barrio valenciano de Ruzafa. Su vida discurrió en Massanassa (un municipio de la Comunidad Valenciana), siendo educada cristianamente y laborando desde su adolescencia como modista para colaborar en la economía familiar muy deteriorada por la muerte prematura de su padre y la enfermedad de su madre que quedó paralítica.

Sus muchas horas de trabajo no le quitaron, sin embargo, la voluntad de hacer mucho apostolado, todo el que le fue posible como militante cristiana. Fundó en su parroquia los Jueves Eucarísticos, y asimismo colaboró en la fundación del Sindicato de la Aguja.

Daba clases de corte y confección y hacía todo el bien que podía a las aprendizas. Preparaba con mucho celo a los enfermos a recibir los sacramentos. Estas cualidades y estas obras son las que provocaron que fuera odiada por los enemigos de la religión.

El 19 de septiembre de 1936 fue fusilada en Benifaió, no sin antes haberle arrancado la lengua para que no siguiera dando vivas a Cristo Rey.

Otras lecturas para la reflexión

Mujer del Evangelio de Marcos (Mc 5, 25-34)

Lumen Gentium capítulo 5 (39 – 42)

Amoris Laetitia 89 – 92

Evangelii Gaudium 24

Gravissimum Educationis 1 – 4

Dignitatis Humanae 14

Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica 854, 1832, 2447.

Salmo 40

2.En el Señor puse toda mi esperanza, él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor.

3.Me sacó de la fosa fatal, del fango cenagoso; asentó mis pies sobre la roca, consolidó mis pasos.

4.Puso en mi boca un canto nuevo, una alabanza a nuestro Dios; muchos verán y temerán, y en el Señor tendrán confianza.

 5.Dichoso el hombre, aquel que en el Señor pone su confianza, y no se va con los rebeldes, que andan tras la mentira.

 6.¡Cuántas maravillas has hecho, Señor, Dios mío, qué de designios con nosotros: no hay comparable a ti! Yo quisiera publicarlos, pregonarlos, mas su número excede toda cuenta.

7.Ni sacrificio ni oblación querías, pero el oído me has abierto; no pedías holocaustos ni víctimas,

8.dije entonces: Heme aquí, que vengo. Se me ha prescrito en el rollo del libro

 9.hacer tu voluntad. Oh Dios mío, en tu ley me complazco en el fondo de mi ser.

10.He publicado la justicia en la gran asamblea; mira, no he contenido mis labios, tú lo sabes, Señor.

11.No he escondido tu justicia en el fondo de mi corazón, he proclamado tu lealtad, tu salvación, ni he ocultado tu amor y tu verdad a la gran asamblea.

12.Y tú, Señor, no contengas tus ternuras para mí. Que tu amor y tu verdad incesantes me guarden.

13.Pues desdichas me envuelven en número incontable. Mis culpas me dan caza, y no puedo ya ver; más numerosas son que los cabellos de mi cabeza, y el corazón me desampara.

14.¡Dígnate, oh Señor, librarme, Dios mío, ven en mi ayuda!

15.¡Queden avergonzados y confusos todos juntos los que buscan mi vida para cercenarla! ¡Atrás, sean confundidos los que desean mi mal!

16.Queden consternados de vergüenza los que dicen contra mí: «¡Ja, Ja!»

 17.¡En ti se gocen y se alegren todos los que te buscan! Repitan sin cesar: «¡Grande es el Señor!», los que aman tu salvación.

 18.Y yo, pobre soy y desdichado, pero el Señor piensa en mí; tú, mi socorro y mi libertador, oh Dios mío, no tardes."

Les recordamos que no es necesario leer y consultar todo el Magisterio sugerido, sino que este puede ser utilizado según las necesidades y la planificación.