Acogida de la encíclica “Fratres Omnes”

Queridas amigas,

este mes de octubre 2020 se abrirá para la Iglesia y el mundo con una nueva encíclica que lleva por título Fratres Omnes. Será como un rayo de sol en medio de la neblina de incertidumbre que rodea nuestro planeta. Contrariamente a lo que sucede durante el confinamiento, en que todo se paraliza o disminuye, el Espíritu Santo está desarrollando su potente actividad a través del magisterio del Papa.

¿Cómo acoger la Fratres Omnes?

Como mujeres de fe, estamos llamadas a sentire cum Ecclesia – sentir con la Iglesia – como solía decir San Ignacio de Loyola. Dispongámonos a recibir este nuevo eslabón de doctrina cristiana con la mejor disposición interior, sedientas de esta actualización de las enseñanzas de Jesús para el tiempo en que vivimos, a fin de ser portadoras de esa “Agua Viva” al mundo.

Se ha generado una polémica en torno al título de la próxima encíclica que está siendo reflejada en los medios de todo el mundo, pues se dice que “Hermanos todos” estaría excluyendo a las mujeres. Hace unos días publicaron una entrevista que me hicieron, como presidente de la UMOFC, sobre este tema. Comparto con ustedes algunas de mis respuestas.

Conviene recordar que, cuando decimos que “el Buen Pastor guía a sus ovejas” no nos referimos con esta metáfora sólo a las personas de sexo femenino porque si no, deberíamos decir: “el Buen Pastor guía a sus ovejas y a sus carneros”. En vez, utilizamos un sólo término. Decimos simplemente “el Buen Pastor guía a sus ovejas” y comprendemos a todas las personas de esa grey. Algo análogo sucede con el título elegido por el Papa Francisco, “Hermanos todos”: no está referido al género masculino exclusivamente, sino que comprende a todos los hermanos y a todas las hermanas.

Es verdad que los valores y disvalores de una cultura se reflejan y a la vez se forjan con el lenguaje. Y por eso es tan importante tratar de erradicar el lenguaje y las consecuentes actitudes machistas y clericalistas. El mismo Santo Padre no cesa de fustigar dichas actitudes dentro de la Iglesia. Sin embargo, en este caso, es inadecuada la interpretación restrictiva que se hace del título de la próxima encíclica antes de que sea dada a conocer públicamente.

Es más, creo que la actitud de interpretación de un documento papal y su título habría que hacerla a la luz de antecedentes inmediatos y ampliamente conocidos. Les propongo que nuestra interpretación sea a la luz de las primeras palabras que el mundo entero conoció de boca de Francisco el día de su elección: "Hermanos y hermanas, buenas tardes”. El Papa repite este saludo cada domingo al rezar el Ángelus en la Plaza de San Pedro y lo ratifica en su magisterio y en sus gestos. Hasta aquí, la síntesis de la entrevista.

El 1 de octubre festejamos a Santa Teresita de Lisieux. Ella describió así su vocación: “En el corazón de la Iglesia yo seré el amor”. A nosotras, mujeres de la UMOFC, que buscamos ser un rostro femenino de la Iglesia, se nos conceda la gracia de identificarnos, en este momento histórico, con la vocación de Teresita del Niño Jesús para asimilar la encíclica y encarnarla desde el corazón de la Iglesia.

Recemos para que dentro y fuera de la Iglesia haya una buena recepción. Dispongámonos a emplear nuestro tiempo en leer y reflexionar este nuevo don que nos permitirá profundizar en nuestra formación para seguir adelante en el camino hacia la santidad y colaborar en la transformación de nuestra Tierra en una Casa Común donde todos – hombres y mujeres – sean acogidos y amados.

Con el afecto de siempre,

María Lía Zervino, Servidora

Presidente General de la UMOFC