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Entre ellas, María Lía Zervino, miembro del Dicasterio para los Obispos y Florence Mangin, Embajadora de Francia ante la Santa Sede
Entre el Jubileo de las Familias y el de las Asociaciones, la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC) organizó, el pasado 6 de junio, en el Palacio San Calisto, el evento “Mujeres, signos de esperanza y vida”, un encuentro que quiso poner el foco en distintas realidades que viven las mujeres. Tal como lo expresó Mónica Santamarina, Presidenta General de la UMOFC, el motivo del encuentro fue que, “como mujeres de fe y esperanza, constructoras de paz y portadoras de vida, queremos imaginar juntas un futuro mejor”.
El evento se pudo seguir tanto de forma presencial como online, con traducción simultánea en cuatro idiomas (español, inglés, francés e italiano) y se dividió en tres bloques de entrevistas moderadas, el primer bloque, por el P. Mario Stefano Antonelli, Rector del Pontificio Seminario Lombardo, y el segundo y tercer bloques por Valentina Alazraki, decana de los periodistas acreditados en el Vaticano. Los temas que se trataron fueron: el liderazgo femenino en la Iglesia y en el mundo; la conciliación entre la vida familiar y el trabajo y las mujeres como constructoras de paz y portadoras de esperanza.
🔹 Liderazgo femenino en la Iglesia y en el mundo
Este bloque contó con intervenciones como la de María Lía Zervino, miembro del Dicasterio para los Obispos y ex presidenta de la UMOFC, quien afirmó:
"El poder, en la Iglesia, debería ser siempre servicio. Estoy segura de que hoy, en este espacio, hay muchas mujeres con el deseo de servir a la Iglesia, caminando junto a los hombres con nuestras capacidades, inteligencia, resiliencia, persistencia, no solo ternura."
A su vez, la Embajadora de Francia ante la Santa Sede, S.E. Florence Mangin, compartió su experiencia como líder:
"La soledad de las mujeres responsables no existe, o casi nunca. Muchas mujeres en puestos de responsabilidad quieren desarrollar una manera de gobernar inclusiva y de unión. Las mujeres se reúnen para estar juntas y vivir de forma colectiva; esa puesta en común es fuente de alegría".
🔹 Conciliación entre la vida familiar y el trabajo
Este segundo bloque abrió espacio al testimonio de Stefania Brancaccio, Secretaria General de UCID (Unione Cristiana Imprenditori Dirigenti) y de una joven pareja que compartió cómo es posible equilibrar la carrera profesional y su vocación familiar, así como los retos y ayudas necesarias para lograrlo.
Brancaccio, como emprendedora, afirmó: “No somos, como madres, máquinas multitarea ni tenemos por qué tener el cuerpo perfecto; tenemos que luchar por mantener nuestra propia personalidad. Yo luché para que, cuando una mujer regresara al trabajo [después de su baja de maternidad], encontrara comprensión”. Además explicó su clara intencionalidad de seguir trabajando, en el sector empresarial, para poder equilibrar el trabajo y el cuidado familiar de los empleados, empezando por los suyos.
🔹 Mujeres constructoras de paz y portadoras de esperanza
En el tercer bloque, también conducido por Alazraki, intervinieron Stephanie MacGillivray (Caritas Internationalis) y Ana Martiarena (Observatorio Mundial de las Mujeres de la UMOFC), destacando el rol de las mujeres en contextos de vulnerabilidad y su capacidad para tender puentes y sanar heridas. Martiarena dedicó un espacio a explicar algunos de los resultados recogidos por el Observatorio Mundial de las Mujeres (WWO), como, por ejemplo, que más del 80% de las mujeres africanas de las más de 10.000 que contestaron la encuesta en 36 países afirman que sufren violencia intrafamiliar, de diferentes tipos. “En los contextos de vulnerabilidad es donde nace esta fuerza", afirmó Martiarena.
Un evento dentro del marco del Jubileo
Además, Mónica Santamarina subrayó el espíritu de este evento en sintonía con el Año Jubilar y recordó el llamado del Papa Francisco en su carta del Jubileo: "Debemos mantener encendida la llama de la esperanza [...] y hacer todo lo posible para que cada uno recupere la fuerza y la certeza de mirar al futuro con mente abierta, corazón confiado y amplitud de miras".
El evento siguió con una Eucaristía en la Basílica de Santa Maria in Trastevere, presidida por el Cardenal Luis Antonio Tagle, que centró su homilía en el verdadero sentido de la virtud teologal de la esperanza y finalizó con un cóctel en el propio Palacio San Calisto.
Con este acto, la UMOFC renueva su compromiso de visibilizar a las mujeres como protagonistas activas del presente y constructoras de un mundo más solidario, arraigado en la fe y animado por la esperanza.