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Mensaje mensual diciembre 2022

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Acoger, proteger, promover e integrar caminando hacia Asís 2023. 

Queridas amigas: 

Días atrás fui a la presentación de un libro autobiográfico de una mujer que pasó treinta años jugándose la vida para crear espacios en los que las víctimas de guerras y conflictos fueran protegidas. Allí volví a escuchar los cuatro verbos que nos regaló el Papa Francisco para atender el problema de los migrantes y refugiados: acoger, proteger, promover e integrar. En la oración de esta mañana, surgió espontáneamente en mi interior una plegaria que decía algo así:

«María, en este Adviento y Navidad 2022, ACÓGEME en el pesebre junto a tu Niño y a San José, para que también yo pueda acoger a quienes están en necesidad y llaman a la puerta de mi conciencia, de mi casa, de mi país.

Madre PROTÉGEME con tu manto, de modo que también yo sea madre yendo al encuentro de mujeres y niños que están sufriendo o en riesgo de maltrato y discriminación para proteger sus derechos, sus vidas, sus familias, su fe.

Madre mía, PROMUEVE en mi los talentos que he recibido y la fe, la esperanza y el amor, para que se reactive mi capacidad de promover a las mujeres que por la globalización de la indiferencia, para muchos, parecen invisibles.

Madre querida, INTÉGRAME más y más en la Iglesia, para que colabore en integrar y abrazar a hermanos y hermanas que están “a la intemperie”, sin experimentar el calor de la familia de los hijos de Dios, de modo que cada uno pueda desarrollarse plenamente como persona, tanto en la Iglesia como en la sociedad.»

Acoger, proteger, promover e integrar, son acciones que exigen poner en práctica actitudes profundamente maternales; creo que dibujan el perfil de una evangelización con rasgos femeninos. Si deseamos incrementar nuestra participación como mujeres en la Iglesia, necesitamos crecer en conjugar estos cuatro verbos en nuestra vida cotidiana y en el quehacer de nuestras organizaciones.

Les propongo que caminemos hacia Asís 2023, de la mano de María, nuestra Madre, para llegar a la Asamblea General - cuya inscripción no sólo está abierta sino también a punto de concluir (ver nuestro sitio: umofc.org) - pidiéndole a Ella que, por favor, potencie esos 4 verbos en el interior de la UMOFC.

Para ello, por ejemplo, podríamos preguntarnos:

¿He facilitado a mujeres de mi organización su participación para que en Asís la UMOFC las acoja y puedan gozar de la próxima Asamblea General, quizá por primera vez?

¿He salido al encuentro de las miembros de organizaciones de la UMOFC de los países que, por razones económicas o políticas, necesitan de nuestro apoyo y protección para poder participar en nuestro encuentro mundial de mayo 2023?

¿He buscado a jóvenes de mi organización que necesitan ser promovidas para poder participar en la experiencia extraordinaria de una asamblea de la UMOFC, que incluso puede mejorar el enfoque de sus vidas?

¿He invitado a líderes de organizaciones católicas que, no perteneciendo aún a la UMOFC, pueden desear participar de esta rica y novedosa Asamblea General para conocer más de cerca a la UMOFC e interesarse por integrarse en ella?

Estas preguntas provocadoras sólo intentan contribuir a un compromiso mayor en cada una de nosotras por participar en la Asamblea General y con la toma de conciencia de que, si por algún motivo, seguramente muy válido, no se puede llegar presencialmente a Asís 2023, siempre podemos tender una mano para que otras mujeres puedan recibir esta gracia en estos momentos en que la Iglesia universal se empeña por escuchar a las mujeres y promover su participación, como un acto de justicia. Pienso que ES UN TIEMPO FUERTE PARA LAS MUJERES DE LA UMOFC.

El Papa Francisco, en el umbral de la Asamblea, el 13 de mayo 2023, durante la audiencia para las mujeres de la UMOFC y sus familias, en Roma, nos escuchará y nos dará su mensaje. Siguiendo este caudal llegaremos a vivir una Asamblea General en plenitud, con la esperanza de desarrollarla en un clima sinodal, en el “oasis” de la ciudad de Asís, cuna de paz, ecología y fraternidad. ¡No nos dejemos robar este inmenso don de Dios!

Con este desafío, me despido deseándole a cada una un fecundo Adviento y una feliz y santa Navidad,

 

María Lía Zervino, Servidora

Presidente General de la UMOFC